domingo, 17 de agosto de 2008

Cuidado con el perro


Me pareció haber visto un lindo perrito...

La peripecia del día: un vecino de la unidad productiva tiene un rottweiler, no tan grande como el de la foto, pero igualmente imponente. Mete miedo. (Casi) siempre está atado, pero hoy estaba suelto.
Resulta que tuve la mala idea de darme una vuelta por allí (por la unidad productiva, no por lo del vecino), justamente hoy, Domingo, que no andaban ni los perros (el rottweiler sí estaba, lamentablemente.)
Vean, yo soy amante de los perros a más no poder. Acaricio cualquier cosa de cuatro patas que se me cruce, soy perrero y no puedo evitarlo.
Hasta esta tarde, que se me acercó el perrito éste -solitos los dos en medio de la nada desierta- y me gruñó feo con su 'pequeña' cabecita de malo. Vaya cagazo que me he pegado. No hubo palabra amistosa, silbido ni reclamo alguno que me sirviera. Ni modo que intentara acariciarlo, capaz que me saca una mano.

Estaba lejos del vehículo y no tenía dónde refugiarme. Tampoco quería correr, hubiera sido peor. No sé cómo logré llegar hasta la pick up y subirme.
Ha sido una experiencia de miedo, os lo aseguro. No sé qué haré la próxima vez que vaya, miraré desde el vehículo sin bajarme, supongo, a no ser que alguien ande por allí. Ya se verá.


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